lunes, 30 de mayo de 2011
La publicidad del Super Bowl
El Super Bowl es el evento deportivo más grande en Estados Unidos. ¿Quién será el equipo ganador entre Steeler y Packers? – No lo sé y poco me importa.
Mi única pasión viendo el Super Bowl son los comerciales.
Durante el juego voy y busco algo para comer, leo mis correos electrónicos o envío algún mensaje de texto. Pero justo cuando el narrador del encuentro anuncia la primera pausa, me apresuro para no perderme un instante de la que se supone es la mejor publicidad del año.
Y debe serlo. Este año cada empresa pagará $3 millones de dólares por 30 segundos de publicidad. Algunos pagan uno o dos millones extras para asegurarse un contrato exclusivo dentro de su propio sector, o seleccionar horarios específicos.
En un momento de la historia en donde la publicidad en televisión ha dejado de tener el mismo impacto que hace 10 años atrás, por la llegada del internet, la televisión a la carta y otras novedosas formas que el espectador utiliza para evitar los comerciales y ver simplemente lo que desea, el Super Bowl es una única oportunidad para las empresas del país de llegar a los 100 millones de espectadores que este año se espera estén reunidos al mismo tiempo.
Y la industria automotriz no quiere dejar pasar la oportunidad por lo que han invertido un promedio de $12 millones de dólares en publicidad por empresa. Audi, Hyunday, Chrysler y Toyota tienen un repertorio de comerciales para este año que van desde persecuciones y naves espaciales, hasta la presencia del imperio Azteca.
Mi única pasión viendo el Super Bowl son los comerciales.
Durante el juego voy y busco algo para comer, leo mis correos electrónicos o envío algún mensaje de texto. Pero justo cuando el narrador del encuentro anuncia la primera pausa, me apresuro para no perderme un instante de la que se supone es la mejor publicidad del año.
Y debe serlo. Este año cada empresa pagará $3 millones de dólares por 30 segundos de publicidad. Algunos pagan uno o dos millones extras para asegurarse un contrato exclusivo dentro de su propio sector, o seleccionar horarios específicos.
En un momento de la historia en donde la publicidad en televisión ha dejado de tener el mismo impacto que hace 10 años atrás, por la llegada del internet, la televisión a la carta y otras novedosas formas que el espectador utiliza para evitar los comerciales y ver simplemente lo que desea, el Super Bowl es una única oportunidad para las empresas del país de llegar a los 100 millones de espectadores que este año se espera estén reunidos al mismo tiempo.
Y la industria automotriz no quiere dejar pasar la oportunidad por lo que han invertido un promedio de $12 millones de dólares en publicidad por empresa. Audi, Hyunday, Chrysler y Toyota tienen un repertorio de comerciales para este año que van desde persecuciones y naves espaciales, hasta la presencia del imperio Azteca.
"La publicidad argentina se está aburguesando"
Fernando Vega Olmos es, desde hace un mes, presidente del Consejo Creativo Mundial de JWT, el cargo más alto al que haya llegado un argentino en el negocio de la publicidad global. En una entrevista con iEco, habló se la necesidad de reinventar la creatividad local, de su relación con su ex socio Hernán Ponce y de sus pálpitos para Cannes, entre otros temas.
¿Cómo ve a la publicidad local? La veo muy consciente del lugar protagónico que ocupa en el mundo, con todo lo bueno y lo malo que tiene esto. El problema más grave es que hay cierta tendencia al abuguesamiento.
¿Y de dónde vienen hoy las mejores ideas? De donde sea. El fenómeno de Internet hizo que la gente se capacite en cualquier lugar del mundo y proponga cosas fantásticas. Uno de los sueños que tengo es llevar a Cannes a la bloguera cubana. Estamos como industria en plena curva, no se sabe muy bien qué es bueno y qué es malo. Y eso significa que estamos viviendo un momento de profundos cambios.
¿Cuánto tienen que exportar las agencias argentinas para que cierre el negocio? La facturación de VOP era 95% externa. La publicidad argentina es demasiado sofisticada para el mercado argentino. Si tenés un auto de Fórmula 1, necesitás un autódromo donde correrlo, porque no tiene sentido dar la vuelta a la plaza. En Buenos Aires vas a un concurso y te podés encontrar con 10 o 12 agencias muy buenas. Eso no pasa ni en Londres, ni en Nueva York, ni en San Pablo. ¡Y nos estamos peleando por un canapé! Circuló el rumor de que estuvo asesorando a la Coalición Cívica.
¿Cómo ve a la publicidad local? La veo muy consciente del lugar protagónico que ocupa en el mundo, con todo lo bueno y lo malo que tiene esto. El problema más grave es que hay cierta tendencia al abuguesamiento.
¿Y de dónde vienen hoy las mejores ideas? De donde sea. El fenómeno de Internet hizo que la gente se capacite en cualquier lugar del mundo y proponga cosas fantásticas. Uno de los sueños que tengo es llevar a Cannes a la bloguera cubana. Estamos como industria en plena curva, no se sabe muy bien qué es bueno y qué es malo. Y eso significa que estamos viviendo un momento de profundos cambios.
¿Cuánto tienen que exportar las agencias argentinas para que cierre el negocio? La facturación de VOP era 95% externa. La publicidad argentina es demasiado sofisticada para el mercado argentino. Si tenés un auto de Fórmula 1, necesitás un autódromo donde correrlo, porque no tiene sentido dar la vuelta a la plaza. En Buenos Aires vas a un concurso y te podés encontrar con 10 o 12 agencias muy buenas. Eso no pasa ni en Londres, ni en Nueva York, ni en San Pablo. ¡Y nos estamos peleando por un canapé! Circuló el rumor de que estuvo asesorando a la Coalición Cívica.
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